Cita en el quirófano (final)

El último día en el hospital fue el peor… Yo me sentía muy lejos de todo y me hacía mucha falta estar en mi casa, con mis cosas. Y eso a pesar que este día casi ni pasé en el hospital y además que ya finalmente me quitaron las vendas y pude ver de nuevo con mis dos ojos. Pero es que lo peor fue que ya empecé a sentir el dolor de lo más weizo…

Y es que desde temprano, casi no pude ni dormir por el viejito que estaba haciendo bulla en la sala de la par, sin embargo, creo que pezqué algo de sueño entre las 4 y las 6 de la mañana. Me levanté y lo primero que hice fue ir a bañarme. Llegué de lo más bien al baño, siempre que me desubicaba un poco, había alguien cerca que me orientaba y por eso todo se me hizo tan simple.

En el baño tenía una imagen perfecta del lugar por lo que me metí y esta vez no cerré la puerta, apenas la medio puse así en el bordecito y guindé la ropa y el paño en un tubo que había. Abrí la llave y me bañé como siempre, cuidando de no irme a mojar la cara. Todo estuvo perfecto hasta que cerré el tubo y luego traté de cojer la ropa que estaba guindando. Resulta que la ropa, simplemente desapareció… No la podía encontrar donde estaba supuestamente… Empecé a preocuparme y como seguía sin encontrarla, nuevamente entré en modo pánico…

Por dicha, tuve un momento de lucidez y pensé en reconstruir el mapa mental del lugar utilizando algún objeto de referencia y entonces busqué la llave del tubo del baño como guía y para mi sorpresa tampoco la encontré donde se suponía que estaba… entonces ahí supe que había algo raro. Fue como haberse perdido en la dimensión desconocida.

Me di vuelta para el lado izquierdo, y no encontré nada y entonces regresé a la posición original y di vuelta hacia el lado derecho y tanteando por acá y por allá la pude encontrar finalmente y entonces, basado en eso, busqué la ropa y efectivamente seguía guindando sin moverse para ningún lado. Nunca nada se movió ni se perdió, sino que el único que se movió y se perdió en todo momento fuí yo.

Ya ubicado nuevamente, salí del baño… esta vez no hubo problemas con la puerta (gracias a Dios) y llegué a la cama como pude. Al ratito llegó la doctora y ahí empezó el verdadero calvario…

Como yo era el único que operaron de los dos ojos y el resto sólo se operaró uno de los dos, entonces yo fui al primero que le quitaron las vendas. Fue genial porque pude ver super claro y casi sin ver doble aunque muy borroso. Mientras estaban quitándole las vendas al resto, hasta pude desayunar y fue el único momento en el que me sentí feliz durante toda mi estadía en el hospital. Sin embargo, la felicidad duró poco porque la doctora luego vino y me puso anestesia en ambos ojos (y con lo pendejo que soy yo para que me toquen los ojos)… y resulta que luego me metió un par de inyecciones de antibiótico en cada ojo y ahí yo sentí que me iba a morir…

Fue horrible y tras de todo, en movimientos totalmente involuntarios, yo ni siquiera me dejaba meter la inyección en cada ojo (fue horriblee, fue horrriiibleeee) entonces costó montones y se me maltrataron los ojos demasiado. Me taparon uno de los dos y me dijeron que me los destapara en la casa y el otro se me puso super hinchado y me empezó a doler montones. La ventaja fue que después de la inyección la doctora nos dio la salida y sólo había que esperar a que nos trajeran las medicinas para irnos para la casa.

Como yo estaba desesperado entonces se me hicieron eternas las dos horas que duraron en traerlas pero les puedo asegurar que cuando llegaron yo fui el primero que estaba con el bulto en la mano y los papeles completamente listos para jalar! Sin embargo, resulta que bajé con todos los que nos dieron la salida y como les había dicho, la mayoría era mayor que yo y entonces a la hora de recoger los chunches en la ropería fui cediendo mi campo hasta el final por cortesía y aunque yo era el que vivía más lejos y el que tenía más ganas de jalar de ahí, al fin y al cabo, por esas cosas irónicas de la vida, fui el que salí de último del hospi.

La ventaja fue que al salir, me sentí un hombre libre de nuevo y aunque me dolían mucho los ojos, al ratito vino Ivi a recogerme (por cierto, nunca he tenido chance de agradecerte… Muchas gracias!!! ;o) ). Luego del almuercito ya venía de camino para San José y directo a mi casa. Con el calor que hacía allá en Limón, la venda del ojo se me puso super mojada del sudor y entonces ahí mismo de camino me la quite… Además el dolor ya era tanto que no podía soportarlo.

En fin… resulta que primero fui a la casa de mi mamá un toque para enseñarle lo que me habían hecho y luego me fui para mi casa y ahí fue cuando me vi al espejo y vi lo rojo que tenía los ojos… o sea, la parte blanca casi no existía y todo estaba rojo, pero color sangre… Fue horrible esa la imagen y entonces me deprimí un montón y aparte el dolor que sentía y por eso pasé los primeros 5 días en una pura penitencia llenos de dolores y fatalidades hasta que fui a donde una doctora que me metió una inyección que me quito eso y a partir de ese momento fue que pude ver la luz al final del tunel (casi literalmente). Y colorín colorado, este cuento se ha acabado y con esto le pongo punto final a la historia que ya llevo días contándoles.

Como pueden ver, al final la historia se llenó de cosas feas y me tocó vivir una de las experiencias más weizas de toda mi vida y probablemente si hubiera sabido de antemano lo que iba a pasar, quién sabe si realmente hubiera accedido en un principio a operarme del problema. Sin embargo, por otro lado, estoy seguro que con todas estas cosas weizas que me pasaron, pagué muchas de las cosas malas que hice en el pasado. Así que si ud. es una de esas personas a las que le hice algo malo en el pasado, creo que puede descansar seguro y tranquilo a partir del día de hoy porque de fijo que con todo esto, ya pagué una gran parte.

Ahh… y además ahí me van a disculpar lo largo que se me hizo todo el relato, originalmente no pensaba que se hiciera así, pero luego no quería dejar ningún detalle por fuera…. Es que nunca tuve chance de contarle esta historia a la gente porque al final sólo me fue a visitar Raquel, Erick, Karla y Karina y entonces sólo hubiera tenido chance de contársela a ellos y como fue algo tan impactante, al menos para mí, entonces necesitaba contarla de forma más masiva… En fin.

Y pues a pesar de todo lo anterior, y para ir terminando con algo positivo (al mejor estilo de este blog) sí les puedo decir con completa certeza que la mayoría de las angustias y aflicciones por las que tuve que pasar, las pude superar gracias a la ayuda y compañía de Dios que en todo momento me dio los & aacute;nimos y la fortaleza que necesité para salir adelante de todo esto. De otra forma, estoy seguro que no hubiera podido soportar ni siquiera la primer semana desde que me dieron la noticia de la operación .

Y finalmente… muchas gracias también a mis amigos que siempre estuvieron pendientes y preocupados por mí y que nunca dejaron de enviarme sus mensajes de aliento y apoyo, ya sea por este y por todos los medios disponibles. De verdad… tuanis!

One thought on “Cita en el quirófano (final)

  1. Pero pagar que Fran?? Si tu eres la persona más buena, sincera y amable, que he tenido chance de conocer.Una persona como tú no tiene porque pagar nada. Todo es una experiencia. Cuidate mucho!!!! Y nunca penses que alguien desea que pagues “lo malo” que según tú , que podrias haber realizado en el pasado.
    Conste mucha gente no te fue a visitar para no molestar en la recuperación.Pero si existió mucha gente que desde lejos se preocupó y pensó en irte a visitar. 🙂

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio utiliza Akismet para disminuir el spam. Aprenda más de como sus comentarios son procesados.

Begin typing your search term above and press enter to search. Press ESC to cancel.

Back To Top